Prueba de barco : Bavaria 37 Cruiser, el equilibrio entre eficiencia y confort

20 mayo 2020

El best seller de Bavaria es el Bavaria 37 Cruiser. Desde el lanzamiento de esta gama en 1994, este magnífico Bavaria 37 Cruiser con un buen acabado ha enamorado a una clientela cada vez más amplia.
Aunque esta última versión pesa una tonelada más que la de 1994, el Bavaria 37 Cruiser es una embarcación de crucero muy bien acabada, agradable de maniobrar y de vivir, y a un precio razonable.

1.Un velero diseñado por una estrella

El nuevo Bavaria 37 Cruiser, diseñado por Bruce FARR, famoso por sus diseños vencedores de las Copa de América, Vendée Globe, Volvo Race y Whitbread, luce una línea totalmente propia.
¿Esta se caracteriza por su amplia plataforma de baño (la más amplia del mercado según sus diseñadores), sus largos portillos del tambucho de forma inclinada o la franja oscura, también inclinada, que discurre por su casco de adelante a atrás? Resulta difícil de decir. De todos modos, el modelo que voy a probar luce un orgulloso porte.

2. ¡La plataforma más grande del mundo de los 37′!

Embarco a través de esta famosa plataforma generosamente dimensionada y descubro los dos puestos de timonel con unas ruedas de timón de composite lacadas en blanco que ofrecen un buen agarre.
A estribor, los mandos del motor resultan literalmente inutilizables e ilegibles en posición de pie ya que se encuentran muy abajo, lo cual es una lástima porque el motor suele maniobrarse de pie y tener el acelerador a mano, como en las embarcaciones multicasco, no es un lujo. También es una lástima porque el Bavaria 37 Cruiser tiene una motorización relativamente potente con un Volvo 28 HP Sail Drive.

La mesa plegable es de madera y ofrece a la vez una impresión de solidez y de buen acabado. Hay que reconocer que los Bavaria se distinguen del resto por la calidad de su carpintería. Y esta impresión se confirma con la magnífica puerta de descenso, con un marco de teca y una vidriera de policarbonato, que se mantiene en su lugar y no requiere ningún almacenaje poco práctico
Los cofres de la carlinga son profundos y cuentan con un sólido cilindro que permite mantenerlos abiertos.

3.El Bavaria 37 Cruiser está concienzudamente equipado

La instrumentación GARMIN es clara. Nuestra embarcación dispone de un GPS Plotter Raymarine, conectado con el sistema Garmin de NMEA 2000. El viento se recibe en el rastreador. La embarcación también cuenta con una instalación de audio Fusion que permite leer MP3, con streaming en bluetooth y con muchos otros formatos electrónicos.

En cuanto al acastillaje y al huelgueo, el equipamiento es realmente cuidado con winches y raíles Harken, un palo y una botavara Selden y unas velas Elvstrom de Epex.
Nuestra embarcación cuenta con una vela mayor semisableada así como con el doble aparejo de vela mayor (a la alemana) que resulta realmente práctico ya que permite controlar la vela mayor desde cualquier winche o lateral. A proa tenemos un foque autovirante que no me parece nada del otro mundo, pero también contamos con un Código Cero en un almacenador.

4.La gran clase de la carpintería del Bavaria 37 Cruiser

En el interior encontramos una calidad de carpintería de primera clase, no hay nada que chirríe ni cruja, ni siquiera esta mañana un tanto agitada. Las sólidas barandillas instaladas por toda la embarcación y los ajustes son perfectos.
La cocina a estribor dispone de todos los espacios de almacenaje necesarios y cuenta con una superficie de trabajo de Corian gris que queda ideal. A babor, esta versión de 2 camarotes, cuenta con una ingeniosa mesa de mapa replegable que, cuando no se utiliza, se recoge detrás de un panel.

Del mismo lado, el baño cuenta con una ducha y una mampara que, teóricamente, impide inundar la zona cada vez que se usa. Lo que echo de menos es el armario para chubasqueros, de la primera generación, pero está pasado de moda… Me imagino que los diseñadores creen que en el mes de marzo en Bretaña navegamos en bañador o que a nadie le molesta empapar el interior de la embarcación con los chubasqueros mojados…
Un punto realmente positivo es que el camarote de popa ofrece una fantástica altura bajo bao, y yo que mido 1,92 m puedo permanecer de pie.

Olvidaba señalar que para la capa exterior del casco se han utilizado resinas isoftálicas. Estas resinas (IPA), sin ser perfectamente estancas (solo el gelcoat les confiere esta limpieza), limitan considerablemente el riesgo ósmosis en los cascos.

5. Navegar con un Bavaria 37 Cruiser. La prueba en el mar

Regreso al puente y llega el momento de hacerse a la mar. Esta mañana estoy solo, en Cannes, para probar esta fantástica embarcación, porque el compañero que tenía que acompañarme ha perdido el avión. He de reconocer que la disposición del huelgueo (vela mayor a la alemana y foque autovirante) me convence, aunque la agencia vecina no lo tenga tan claro…
Hoy no sopla mucho viento, por lo que fijo con ella una hora de regreso para que al volver a muelle me puedan echar una mano.

No quiero ni por asomo estropear una embarcación nueva que se va a incorporar a la flota antillesa de chárter… Esta mañana, los 29 caballos del motor Volvo sacan del puerto sin problema las 7,5 toneladas de esta embarcación. Salgo del puerto deportivo y pongo rumbo al oeste izando la vela mayor.
Yo tengo mi pequeña técnica cuando hace buen tiempo: con el motor en marcha a velocidad reducida, sitúo la embarcación de frente al viento y le doy esta instrucción al piloto.

Me gusta el piano de fácil acceso y la vela mayor que se iza en un santiamén. Tomo de nuevo el control, apago el motor y despliego el foque. En cuanto la embarcación empieza a ir a la deriva, la sitúo al través y la arribo para que cobre velocidad.
Con los 10 nudos NNW de esta mañana, la embarcación alcanza fácilmente los 5 nudos con el viento portante.

Incluso a esta velocidad, los mandos de la caña son directos, gracias al doble timón, y las sensaciones excelentes.
El momento de virar es un juego de niños gracias al foque autovirante y al doble aparejo de la vela mayor. Al partir de la ceñida, no hay que recurrir a la escota de foque para pasar en ceñida en el bordo opuesto. Solo hay que manejar la vela mayor desde el puesto de timonel, lo cual resulta un auténtico placer. Empiezo a entender la ventaja que ofrece este tipo de huelgueo, porque cuando se navega solo, uno se olvida sencillamente de manejar la vela de trinquete, y eso tiene sentido.

En ceñida, la embarcación resulta muy estable, y la escora es moderada con todo lo que hay encima y los 12/14 nudos de viento.
Al arribar, me doy cuenta de que el foque no ofrece una superficie inmensa y de que la embarcación parece ir ligeramente a la deriva. Pero es cierto que dispone de un Código Cero para estas velocidades, por desgracia, aunque he intentado enviarlo solo, voy a ser cauteloso, y no estropear nada de este Bavaria 37 Cruiser, que es una magnífica embarcación….

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Artículo redactado por François Meyer