Antes, navegar era cosa de expertos y avezados, capaces no sólo de leer una carta náutica, de analizar ficheros meteorológicos, sino además de crear una ruta utilizando herramientas desconocidas para el común de los mortales. Los tiempos cambian, ¡y las actividades náuticas no son una excepción!
1. Las actividades náuticas y sus progresos
Los últimos avances tecnológicos han permitido democratizar la práctica de las actividades náuticas, tanto desde el punto de vista del apoyo (el barco y todos sus accesorios indispensables) como desde el punto de vista de las herramientas de navegación. Estos avances se han construido progresivamente con, entre otros, la aparición de las cartas náuticas (siglo XVII), del sextante (siglo XVIII), y finalmente y sobre todo del GPS (¡GPS 100 Garmin en 1991!).
2. El smartphone: verdadero aliado
En 2018, usted puede navegar serenamente con su smartphone en el bolsillo. Múltiples aplicaciones proponen servicios cada más logrados: usted ya puede volver a encontrar el conjunto de informaciones necesarias para las prácticas náuticas con toda seguridad, en tiempo real y al alcance de un dedo.
¿Qué aplicaciones? ¿A qué tarifa? ¿Con qué usos?
Band of Boats vous conseille ces 3 applications:
- “Météo Marine” (cartas náuticas y previsiones meteorológicas)
- “Marine Imray Cartes”
- “Navionics” (la más vendida)
Estas dos últimas integran multitud de servicios que van desde la simple geolocalización en carta náutica muy precisa, hasta la asistencia del navegante.
El precio es más bien elevado (60 € para la carta Europa de Navionics), pero comparado con la compra del conjunto de cartas náuticas que cubren las zonas navegables en Europa (una media de 30€ por carta), representa un coste menor, y le ofrecerá satisfacción en la cantidad de información disponible a través de la aplicación. Con la aplicación Navionics, resulta posible descargar la carta náutica de una zona precisa, cargar los ficheros meteorológicos comprensibles por flechas más o menos gruesas en la carta, conocer los horarios de las mareas y las profundidades del agua a la hora deseada. Finalmente, permite sobre todo obtener la ruta óptima entre un punto A y un punto B evitando los obstáculos y bajos fondos que pueden separarlos. Todo esto está igualmente disponible sin conexión, ya que el GPS es una tecnología autónoma que funciona en “modo avión”, por poco que usted haya cargado las cartas y otras previsiones meteorológicas en la aplicación.
El contralmirante Jean Cras, inventor de la regla de Cras, utilizada hasta entonces para trazar su ruta y conocer su rumbo, debe revolverse en su tumba: una cajita que cabe en un bolsillo puede hoy en día componer la ruta ideal para el navegante sin que éste tenga conocimiento alguno de geometría.
3. Límites del smartphone
Debemos no obstante insistir en los riesgos de esta práctica de navegación versión “2.0”. El smartphone no sustituye todo, lo que es cierto sobre todo en el marco de la práctica de la vela, que no requiere ningún permiso ni formación, pero que sigue siendo extremadamente peligrosa sin un buen sentido marino y un conocimiento teórico del barco y de su entorno.
Entrar en una canal de navegación por el lado equivocado, o encontrarse en ruta de colisión con un carguero diez mil veces el peso de su barco es generalmente imperdonable y no será (todavía) su smartphone quien enderece la situación.
La navegación es cuestión de expertos sobre todo cuando tiene lugar en zonas frecuentadas y peligrosas. Saber anticipar un golpe de viento, conocer y asumir el riesgo de una salida a la mar, ser capaz de realizar el salvamento de un hombre al agua, o también saber utilizar los medios de comunicación habituales (radio VHF), son elementos que su smartphone no podrá gestionar por usted. Por ejemplo es impensable seguir la ruta de su navío con su smartphone, estando acostado en su litera y en piloto automático, sin tener que estar presente activa y visualmente en la cubierta.
4. Un smartphone, sí, ¿pero solamente?
Band of Boats le invita a leer el artículo “Aprender a navegar en un velero, cómo perfeccionarse” para descubrir nuestros consejos para estar totalmente preparado para hacerse a la mar.
Así que… sí, es posible navegar sirviéndose sólo de un smartphone. Es incluso una herramienta que le aportará confort y soltura en la navegación, y que le hará olvidar las largas horas pasadas sobre todo un desbarajuste de carta náutica roída por la sal. Pero esto no puede llevarse a cabo sin conocimiento de las normas de la mar, y de todo lo que hace a un buen marino, sabiendo en fin que la batería de un teléfono no es eterna.